Kaoru descubrió que Kenshin deambulaba por las calles de Tokio y lo confundió con Battousai (aunque en realidad era él), pero luego le enseñó una espada sin filo, y ella creía que no podía matar a nadie con ella. Luego la rescató del impostor que difamaba su dojo y cuando ella se desmaya en sus brazos, Kenshin curó la herida causada por el impostor y la llevó al Dojo Kamiya.