En el almacén, Tetsu comienza a tocar a Chise: desliza sus manos entre la camisa, intentando acceder al sujetador. En ese momento, ella rompe a llorar, repitiendo prácticamente la misma escena que ya protagonizaran Shuji y Fuyumi: que ella le quiere, que no sirve para nada, que pensaba que la solución era que volviesen a ser amigos.