Durante una pequeña confrontación con Goku, quien había descubierto sus malvados planes, Pilaf accidentalmente pide en voz alta el deseo de convertir a Goku en un niño, tras pedir dicho deseo al Shenlong rojo, este último se retira. Poco después, las Dragon Balls se dispersan por el universo entero y se enteran por parte de Kaio-sama del norte que dichas esferas deben ser recolectadas en un plazo no mayor de un año o de lo contrario el planeta en donde se pidió el deseo, en este caso la Tierra, explotará sin remedio.