En un mundo donde la magia lo es todo, los humanos nacen con habilidades mágicas que utilizan desde su infancia tanto para su vida cotidiana como para luchar o ayudar a la sociedad según sea la capacidad de cada individuo. En este mundo los magos poseen marcas de nacimiento en sus rostros que indican su habilidad mágica y potencial, por ello los más poderosos son considerados la élite y aquéllos que no pueden utilizar magia son vistos como indeseables.